"EL SANTUARIO DEL RÍO CRUCES"_ PATRICIO HEISE QUIROZ_ VALDIVIA _CHILE.
"EL SANTUARIO DEL RIO CRUCES"
(Agosto 2020 _Valdivia)
Cuentan los avezados ancianos que aquella lejana y oscura noche escucharon cantar al Tué Tué cuando en su vuelo cruzó sobre el río Cruces en dirección al mar , dejando atrás su mensaje de mal augurio.
Y al día siguiente la Naturaleza desató su furia con el descomunal remezón que liberó en Valdivia el polvo añoso de cada recoveco de su centenaria historia , mientras en la costa el mar arremetió soberbio arrasando los poblados ribereños.
Entonces , río arriba la tierra se hundió y las aguas inundaron para siempre las verdes praderas, convirtiéndolas en prodigiosos y fecundos humedales.
Han pasado los años y este atardecer una profunda quietud invade el humedal del Santuario del río Cruces, sólo quebrantada por el cadencioso batir de mis remos y de vez en cuando, por el graznido postrero de las garzas que emprenden el vuelo buscando refugio en los bosques que circundan el humedal.
Un tenue y húmedo halo termina por inundar entonces el paisaje , dándole la suavidad de los tonos pastel, creando una atmósfera mágica e idílica donde todo parece guardar un perfecto equilibrio.
Más allá, los cisnes de cuello negro y las taguas emprenden también la retirada, seguidos de sus hileras de polluelos, dejando atrás una sutil estela en las plácidas aguas hasta perderse en los laberintos del totoral.
Luego, hacia el oeste, el sol se oculta en dirección a los bastiones españoles de Niebla y en el cielo del atardecer poco a poco las pinceladas de encendido escarlata se van decolorando, desvaneciéndose en el reflejo de sus mansas aguas.
Más tarde, del otro lado, detrás de la Isla Teja, la luna llena ya se asoma resplandeciente y mientras se encumbra, va tiñendo el remanso de plateado viso.
Una bandada de rezagados cormoranes cruza entonces el cielo en acompasado y silente vuelo, mientras abajo las ranas ya se conciertan en un delirante croar.
Cuando cae la noche, se abre sobre el Santuario la bóveda oscura y profunda que se va engalanando con el encaje de mil titilantes estrellas, las que se reflejan en sus aguas cual luciérnagas revoloteando a ras de ellas.
Más tarde, la suave brisa costera se cuela por el río Valdivia trayendo la bruma y el lejano ronroneo de las máquinas de un barco. Es el eco de un navío mercante que supo también de la desgracia aquella vez que cantó el Tué Tué, cuando el mar furioso se lo arrebató a la bahía y lo hizo naufragar río arriba. Poco a poco, su sonido se acrecienta inundando el paraje hasta ahogarse en su mansedumbre.
Cuando alcanza el Santuario, sólo sus luces difusas se dejan ver reflejadas en el caprichoso surco de las aguas, mientras el humedal impasible le oculta celoso los secretos de su intimidad.
Después, del otro lado del río Valdivia, a través de la bruma ya se dejan ver los fulgores de la ciudad que se ha recogido silenciosa al relajo.
Llegando a destino, desembarco en el pequeño muelle de la otrora calle Canelos y siento que me llevo en el alma grabado para siempre ese pequeño paraíso, aquel con el que la naturaleza nos recompensó generosa después de la tragedia, para que a través de él nuestro espíritu pudiera dialogar con ella….
Texto : Patricio Heise Quiroz.
Fotografía Santuario : Créditos a quien correspondan.
( 2 de abril 2025)
¡Qué hermoso texto! que describe un lugar muy especial, el Santuario del Río Cruces, en Valdivia, Chile. La forma que el autor cita la naturaleza, la luz, el sonido y la atmósfera del lugar es verdaderamente poética y evocadora.
ResponderBorrarMe gusta cómo comienza con la leyenda del Tué Tué, un ave que se dice que canta antes de una tragedia, y cómo esto se relaciona con la historia del lugar.
La belleza del humedal, con sus aves, sus aguas tranquilas y su vegetación exuberante, también hermosamente señalado., como así
la puesta del sol, la luna y las estrellas transmitir la sensación de paz y conexión con la naturaleza que se puede experimentar en este lugar
El final del texto, el regreso a la ciudad y la sensación de llevar el recuerdo del lugar en el alma, es muy emotivo.
Me parece que Patricio Heise Quiroz, está diciéndonos, que, aunque nos vayamos de un lugar, su belleza y significado pueden quedarse con nosotros para siempre.
En resumen, creo que este texto es una hermosa descripción de un lugar especial, y que también explora temas como la conexión con la naturaleza, la belleza y la memoria, escrito muy poética y conmovedora.
Gracias !
Infinnitamente agradecido por tus halagadores conceptos . Un gran abrazo.
Borrar... * y conmovedoramente.
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